Meditación de la Semana
Navidad
Como me golpean las palabras: Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Siento dolor por cuantos no te reciben.
Me inquieta la persecución de tu presencia en los que creemos en Ti, en tus cosas.
Como me gustaría que todos sintieran tu presencia que siempre fortalece y consuela. Tu presencia que siempre es compañía en la soledad.
Tu presencia, alivio en el dolor y la enfermedad
Tu presencia, esperanza y misericordia para el que camina
Tu presencia, bastón cuando las piernas flaquean
Tu presencia, calor para las noches y los días fríos
Tu presencia, vida y luz para los hombres, presencia que nos da poder para ser hijos de Dios
Tu presencia, que llena de gracia y de verdad.
Tu presencia, que nos hace sentir el Amor de Dios Padre
Tu presencia, que con tu carne y sangre alimenta nuestra pobre carne.
Tu presencia en los ojos y en el llanto de un niño, ternura de Dios
Hazme sentir tu presencia en aquel que necesite algo de mí.
Tu presencia, tu Verbo hecho carne que habita entre nosotros.